viernes, 23 de septiembre de 2011

‘’De tras de cada hombre hay una mujer’’. Esta frase me llevaría a pensar que de tras de cada mujer hay un hombre. El hombre ‘’perfecto’’, ‘’ideal’’. De todas formas, mientras que para el sexo masculino solo existe ‘una mujer’, yo creo que el hombre perfecto del ideal femenino es polígamo. Una construcción de una serie de hombres que pasan a través de tu vida, que conforman aquello que no necesita nada, la excelencia. Obviamente excelencia imposible, pero soñar no cuesta nada tampoco.

Por un lado, lo perfecto nos remite a algo bello, hermoso, lindo. Algo que nos conmociona, que nos toca un punto del alma que no sabíamos que existía pero que siempre estuvo allí. No hay una explicación coherente para decir que algo nos parece lindo, sin embargo, lo lindo toca algo de nuestra memoria de nuestro pasado.

Es por eso, y esto es algo de mi pura e inútil mente, creo que el hombre ideal es una construcción de los diversos hombres de nuestro pasado, que nos hacen (de algún u otro modo) lo que somos.

Por un lado, buscamos la astucia e inteligencia de nuestros abuelos. Ese hombre que parece destellar un amor hacia nosotras más grande que incluso el que pudo haber entregado a su propio hijo. En él está la imagen del hombre sabio, experimentado, conocedor, infinito. Por otro lado, y no podía ser menos, esa imagen paternal que no puede dejar de existir en nosotros. Una persona que intenta de algún modo reemplazar a nuestra madre, sabiendo que jamás va a tener ese vínculo especial, pero que por otro lado hace incalculables esfuerzos por nosotros. Buscamos en el incondicionalidad absoluta, y de alguna forma es de la única persona que la encontramos. Otro ejemplo que puede influir es un hermano/primo, lo que sea. No sé muy bien como este elemento influye en la búsqueda inútil del hombre perfecto. Supongo que la pelea inútil, la búsqueda de la cruda verdad, en la unión, la verdad no sé. Todavía no lo descubrí, pero algo de eso hay estoy segura. Y por último, creo, está el primer amigo. Es la característica para mí, más importante: que nos hayan elegido. Siempre decimos que la familia nos toca y a los amigos los elegimos. Un amigo es eso, alguien que te elije entre la multitud. Es por eso que es especial y es por eso que buscamos en cierta medida en el hombre perfecto aquel que nos elija frente al resto.

- Cualquiera de los elementos que conformen el hombre ideal puede ser reemplazado por: un músico / actor / comediante famoso. Marx. Dioses olímpicos. Identidades intelectuales importantes. Dios mismo. Belén Delgado. Perros, gatos, peces.

- Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia debido a que el contenido de este post no sólo es ridículo, sino que carece de coherencia y fue escrito a modo de evadir responsabilidad académica.

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