miércoles, 28 de julio de 2010

Capítulo XXIII

Llegue. Dejé las llaves. Intenté no hacer ruido. Una pasada rápida por el baño, y a la cama. Pijama, comodidad. Primera vuelta. Segunda vuelta. Tercera. Boca arriba. Boca abajo. Contemos. Nada.
Cuando algo te persigue es imposible dormir. Y no dormis hoy, no dormis mañana, tampoco dormiste ayer. Es una boludés. Es obvio, no podés arreglarlo. Un poco de culpa: puede ser. Un poco de angustia: muy poquito, lo suficiente. Nostalgia: bingo.
Esa sensación horrible, entre la boca y el pecho. Eso que quiere salir. Pero no sale más.

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