miércoles, 2 de junio de 2010

Capítulo I

Hoy miércoles, hace un mes, debería haber ido al taller de Laiseca. Si bien es un taller que quiero hacer hace mucho, con mi hermano hace dos semanas tomamos la desición de dejarlo. Empezarlo me causó mucha emoción, pero con el paso de las clases se tornó medio inservible. No estoy a favor de dejar cosas, de hecho, siempre traté de no dejar nada, y lo que dejé, me costó mucho. Me frustra mucho no terminar cosas, pero ese alivio que sentís cuando dejas algo que te molesta, es genial. De todas maneras, si hubiese sido por mi hubiese seguido un par de meses más y me hubiese quejado todas las semanas. Pero gracias a dios, mi hermano me ayudó.
Lo bueno, es que conocí a Laiseca, un tipo totalmente increíble. Parece sacado directamente de un cuento de terror, tiene esa voz que es fina por momentos y gruesa por otros. Su presencia da un poco de escalosfríos, e hizo que me interesara más por el género. Así que de algo sirvió.
Decidí que 5to año es para hacer la mayor paja posible. Hacer lo mínimo para zafar, dormir mucha siesta, escuchar mucha música y fin.
Sin embargo, yo había cambiado el taller por canto, o una o la otra, las dos cosas se me hacían imposibles. Y si hay algo que me estaba poniendo mal, era no cantar. Así que rápidamente me conecte con mi profesora capa y la semana que viene empiezo canto de nuevo.
Ahora si empecé el año.

1 comentario:

  1. Recién empezas el año? No es un poco tarde?
    Bien por empezar canto! este año voy si o si a tu muestra. =)

    ResponderEliminar