sábado, 26 de junio de 2010

Capítulo XII

Parece como si siempre que jugara a las cartas termine perdiendo. Yo sé que el de enfrente mio hace trampa, pero no lo puedo decir. Sin embargo me muerdo el labio, y absorbo mi propia impotencia. La impotencia de no hacer nada.

Me la tengo que bancar, me la tengo que comer cruda. Me tengo que bancar que eso que no me banqué antes, y por lo cuál deje de querer seguir haciéndolo. Me tengo que bancar lo mismo que me molestaba antes, pero peor, porque ahora no me puedo ni siquiera quejar.

Ya no puedo ni con mi propia bronca. No sé hacia donde disparar. Ni se me acerquen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario