domingo, 20 de junio de 2010

Capítulo IX

Creo que desde que tengo memoria que no tengo un fin de semana largo de descanzo. Es decir, los últimos 5, 6 años de mi vida, los fines de semana los dediqué al voley. Y no me arrepiento, para nada. Los torneos abiertos son un espécimen especial. Se dan cosas que no se dan en los partidos comunes. Uno juega con una adrenalina. Es matar o morir.
Bueno...no para tanto. Este año nos fue bien, nuestro objetivo fue cumplido, llegamos a cuartos. Está bien. Perdimos. Pero tuvimos la cabeza en alto, y ahora nos conocemos un poco más. Después de jugar un abierto, uno siempre juega mejor. O por lo menos yo siento que juego mejor. Hasta bloquee hoy. Pobre persona alta que pego y estaban ahi mis pequeñitas manitos.
En fin, me duele la espalda, dedos, cuello, piernas, tobillos, muchecas, dedos de nuevo, espalda, estapalda otra vez. Pero como diceeen...quién nos quita lo bailado?

Chau voy a dormir hasta el infinito y más allá :)

1 comentario: